Clara Arias |
Podría morirme
en el rincón de tu abrazo,
aunque también
podría hacer algo mejor
como quedarme ahí acurrucada
distraerme un rato
con el olor de tu cuello,
pero mejor no
porque entonces
enredaríamos las piernas
y nos dedicaríamos a perder el tiempo.
Qué lindo es perder el tiempo con vos
no sé si te lo dije
en todo caso, te lo digo ahora
perder el tiempo con vos
es una ecuación irresoluble
con todas esas equis que pasan
de un lado a otro
sin llegar a igualarse
y las hojas van cayendo
a los lados de la cama
llenas de signos incomprensibles
para quien no esté siguiendo
paso a paso
nuestro razonamiento.
Aunque no es
exactamente un razonamiento
es más como un dejarse estar
en un lugar incierto,
me gusta no tener certezas.
Ahí, en el rincón de tu abrazo
hay una luz sin sombras
aunque también me gusta
en el rincón de tu abrazo,
aunque también
podría hacer algo mejor
como quedarme ahí acurrucada
distraerme un rato
con el olor de tu cuello,
pero mejor no
porque entonces
enredaríamos las piernas
y nos dedicaríamos a perder el tiempo.
Qué lindo es perder el tiempo con vos
no sé si te lo dije
en todo caso, te lo digo ahora
perder el tiempo con vos
es una ecuación irresoluble
con todas esas equis que pasan
de un lado a otro
sin llegar a igualarse
y las hojas van cayendo
a los lados de la cama
llenas de signos incomprensibles
para quien no esté siguiendo
paso a paso
nuestro razonamiento.
Aunque no es
exactamente un razonamiento
es más como un dejarse estar
en un lugar incierto,
me gusta no tener certezas.
Ahí, en el rincón de tu abrazo
hay una luz sin sombras
aunque también me gusta
la oscuridad con vos
cuando apagas la luz
con una palabra que queda por decir.
cuando apagas la luz
con una palabra que queda por decir.
qué queda por decir?
ResponderEliminarponer un signo al revés¿
cambiar alguno de éstos
incomprensibles corazones
desatarse los cordones
para sentirnos livianos
encarar tocar al piano
una de Fito o de Andrés
y dos o tres de los Jorges
que me habitan cada tanto
y venir a hablar del canto
del canto que hay que cantar
decime bandoneón
decime loco
decime tonto
torpe esperanzador.
Decime lo que quieras
que mientras te leo
y me das amor de a kilos
no me enamoro de nadie
y al final
con una palabra...
rimo.
don julio, usted debería hacer algo con sus textos
Eliminardedicarmelos a mí, un gran placer, no lo dude
pero aparte de eso, de mi halago o lo que sea
hacer algo con tus textos, nico, posta!!!!!!!!!!!
Ainssssssssssssss...que subidón leerte de nuevo, la nueva versión -¿o antigua?- de este poema...me encantas cuando te pones así.
ResponderEliminarP.D.: como bien deduces me llegó el correo...y sigo tus caminitos de migas para no perderme nada. Gracias.