jueves, 3 de septiembre de 2015

APENAS PASA LA TORMENTA

Vicente Luy


Apenas pasa la tormenta
los riachos de montaña embrutecen
y retumban
arrastrando árboles, gente
y algunos amores.
Yo una tarde
perdí un par de zapatillas
y vi pasar a una señora
rebotando río abajo contra las piedras
sin oponer resistencia.
Y me tenté, pero no me tiré.
Todo ese día fue el que no se tiró.
La lluvia de ayer, tarde
y noche,
fue mayúscula;
y si bien en casa hay otra vez goteras
y yo estoy sufriendo
mi susto fue lejano.
En el barrio ya no quedan montañas
y las diagonales solo dan remansos.
Pero un día después, hoy, aún húmedas
las puertas,
siento pánico y violencia.
¿Será el amor que se aleja?
No, no dije tristeza; dije pánico y violencia.
Vos quizás te acuerdes; yo soy
el chico que perdió las zapatillas
y la parrilla y una remera
y trepó presa del pánico,
justo a tiempo para ver pasar una señora
que ya no era una señora
rebotando río abajo,
a pasos de Icho Cruz. Y se tentó
pero no se tiró
-todo el día fue el que no se tiró-
Y hoy, mucho tiempo después,
un día después de la tormenta
siente pánico y violencia,
¿Será el amor que se aleja?

miércoles, 2 de septiembre de 2015

UNA BALLENA LLEGÓ A LOS DIQUES DE BUENOS AIRES

Juan Alberto Crasci


una ballena llegó
a los diques de buenos aires

desorientada se movía
en las aguas cerradas de la ciudad mientras
decenas de personas se amuchaban
a observar el curioso fenómeno
como si se tratara de un espectáculo
digno de fotografiar:
la agonía
se ha vuelto leve
disfrutable
necesitada de tecnologías
que la fijen y reproduzcan

los veo curiosear la muerte
y cambio de canal

también es noticia
un partido de tenis
jugado en alemania
o suiza

con la mente puesta en el mapa
me aparto
de mi manada
me alejo
a costas extrañas
a agotar mi
energía

martes, 1 de septiembre de 2015

RITMO DE PASEO

Noe Vera

El silencio se empodera en el orden
lo sobrecarga, la casa se convierte
en monstruo que me quiere. Cierro todo, salgo.
Afuera el cielo me alcanza, llega a trasluz
de las copas de los árboles se imprime sobre el paisaje
y mi piel en telas de araña
las veredas van a mi ritmo, atravieso parques
en los que me siento fuera de tono
sobre pasto húmedo y pesa
la mochila, son los que me faltan
soy una antítesis emocional de los ubicados
a gusto y a lo indio en rondas
un tema tras otro, el ojo puesto en el circuito
de sus niños en bicicleta, los míos celebran lejos
ni se enteran, casi un chico
pasa andando en una rueda y me atropella.
Los árboles se hacen cargo de su tamaño,
me amparo en uno que elijo , estiro una manta a los pies
apoyo cosas quietas, usadas y nuevas
sin historia, ese artificio sobrevalorado
las traje con un precio que les puse
para deshacerme y dejar correr
los cursos múltiples que nos esperan
pero la escena es triste: nadie compra, estoy en ánimos
de abortar y regalar. A la noche voy donde me llevan
en el taxi de vuelta Sol resume la noche
no bailé con nadie, vine con alguien
en la cabeza. Abro la ventanilla, siento la brisa
de calles que a esta hora, mareo menguante,
ya no duelen, ya no importa si pasaste o si dejaste
de pasar, la madrugada compite con la mañana.
¿Por qué elevamos principios y finales a gran escala?
desconozco de mecanismos en general
y cuando menos sé, más ventanas pongo a abrir
en una abierta al azar leo *tu música
me hacía sentir muy sola* y ahora estar rodeada
de todo este vacío se liga a un estado superior.

domingo, 30 de agosto de 2015

ESE MEDIODÍA VINO LA ABUELA A ALMORZAR A CASA

Luciana Reif

Ese mediodía vino la abuela a almorzar a casa
desde que está en el geriátrico cada tanto viene de visita
yo llegué un poco más tarde y me senté junto a ella
su impecable vestido, sus ojos enormes que miran al cielo
y su boca torcida por los antidepresivos.
Apenas me vio me agarró la mano besándola con fuerza
y se la llevó a su pecho
papá le contó que me separé pensé enseguida
y al rato hablé con mi viejo y me dijo que sí
un alivio porque yo no hubiera podido  largar esa noticia
frente a los ojos de mi abuela que absorben y refractan todas mis emociones
me siguió mirando y me dijo sos preciosa un sinnúmero de veces
mi mano aferrada a la suya contra su pecho como un ancla
sintiendo el latido de su corazón, el tic tac de esa maquinaria
que estando tan cerca de la muerte, me enseña
cómo podemos seguir viviendo.

sábado, 29 de agosto de 2015

2

Pablo Gabo Moreno


el perfume de la tierra de mi cuna acude con poca frecuencia pero no se desvanece todo esta vida contornee tu forma con hilos de níquel para recibir la dádiva ilusoria una mochila perversa un insomnio fantástico un lazo para pronombres personales


viernes, 28 de agosto de 2015

UN OJO

Virginia Lopez

Le pedí las llaves y en ese momento
me arranqué un ojo.
Nada sangró, limpio, lo apoyé en la mesa
y lo contemplé.
Para eso  tenemos dos ojos,
en caso de desesperación , nos arrancamos uno.
Todos los días siento su ausencia,
me duele, y duele  el duelo del dolor,
porque hasta al dolor mismo le duele lo que hice,
Me acorralaste, y decide por los dos.
Vos, vivías. Yo dolía.
Estoy sola con cortinas negras.
Una pared que se está destruyendo,
por la humedad, se llena de hongos.
En el piso de arriba, había dos mujeres locas, madre e hija,
las internaron y nadie se atreve a abrirlo.
Los caños se rompieron y me inundan.
En posición fetal, lloró por mi ojo,
con un solo ojo.
Pero, en esta partida la suerte me acompaña.
Por mis mejillas, se escurren
la mitad de las lágrimas.

martes, 25 de agosto de 2015

LAS TRES MARÍAS

Valeria de Vito


Cuántas estrellas
ves entre las nubes
entre las hojas del sauce,
si se aquietan o si
responden al estímulo del viento.

Yo veo dos Marías
y me marea el movimiento nuboso
ese giro al ritmo
del canto de los grillos.

¿Dónde está
la estrella mayor?
Los astros refulgen
donde el cielo es
cercano a nosotros.

El fresco de esta noche,
la brisa y
la luz que asoma
entre las nubes
hacen la paz.

El río se perfuma
de flores silvestres,
de pasto húmedo,
de repelente;
todo se amotina
en un eclipse aromático.

Las estrellas se deshacen
muy sutilmente
entre los gestos de la noche.

viernes, 21 de agosto de 2015

FOTOSÍNTESIS

Alelí Manrique


Señor malevo
présteme su daga
para hacerme el harakiri lentamente
en este rufo Sunday Sunset
en el que el Sol de Mayo
yira y yira tanto tiempo solo...
Y nada más que para llegar esfumándose mareado
contra los adoquines de la calle
que está dura
y desteñir de a poco,
así como los flashes a las adulteradas
acuarelas del Riachuelo,
las chapas multicolores del  caminito.
Mientras tanto,
la colorada N* 06 Rojo Pasión,
se descalza los tacos
para bailar "Canción desesperada"
por milésima vez en el día.

jueves, 20 de agosto de 2015

PARLAMENTO

Emma Villazón Richter
No se aleja quien nunca se va,
sale por la puerta real o irreal
y se despide en tono de lluvia ascendente o pájaro.
Nadie parte fácilmente y quizás nunca del todo
de instancias mayores, sobre todo
del lugar del origen, de esa torre ambigua
y amenazadora, siempre hambrienta de sueños idénticos.
No hay quien no quiera tiempo y fricción
para alcanzar la corrida en pos de su lengua.
El punto de tensión entonces
no reside en la cantidad de escenas y abrazos que aletean
o qué ciudad a medio día se abandona, sino con qué
perfiles, llaves, piernas de sombra y cielos plegables
se parte, con qué
gigantes en sonrisas
-dijo una niña transparente
en la intersección del pájaro.