viernes, 20 de junio de 2014

SIN LLAVES Y A OSCURAS

Fabián Casas


Era uno de esos días en que todo sale bien.
Había limpiado la casa y escrito
dos o tres poemas que me gustaban.
No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura
y detrás de mí, por una correntada,
la puerta se cerró.
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podía ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con llave por dentro
la basura en la mano.

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