José Villa |
...nublado... desde las rendijas
de la ventana...
resplandecen colores notables, opacos
Probablemente se aproxima la estación
capital: el verano
y la hierba haya empezado a balbucear
esa rima tonta: la canilla gotea
una gota de acuerdo a tu deseo y su
intensidad...
No pasa nadie en la calle, debajo de
la ventana, pero dicen que oís, mustia
e indiferente, el parloteo de las
viejas (...) A todo esto el verano parece
que estallara con la prontitud
de las rosas de la enredadera, muy
pronto -también- todas ellas mustias
La dorada bicicleta... "un reloj de mecanismos
y engranajes ocultos, esparcidos
bajo un son de luz, un olor dulce,
-contra la- mañana hecha de rocío..." Estuviste
a punto de escribir
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