martes, 7 de octubre de 2014

CASA EN EL BOSQUE

Laura Wittner

Afuera, restos de agua
cuelgan de las piñas que cuelgan de las ramas.
Varias formas ovales proponiendo desprenderse:
todo baja.
Acá, un silencio excelente. Ráfagas breves
de gotas de último momento sobre techos y vidrios.
La nube, que termina de exprimirse
y manda optimistas latigazos.
Un calor raro, sobreinducido,
para marearnos por la noche,
ahora, con el alerta de las naranjas y el café,
casi nos hace estallar de expectativas.
Coronando actividades mudas,
motores y fluidos que sabrán lo que hacen:
lo hacen, supongo, por nosotros.

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