jueves, 13 de agosto de 2015

ELOGIO DE LA BEGONIA

Patricia Suárez

Cuatrocientas noventa y nueve especies existen:
colores vivos, colores pálidos; a la naranja, yo
la llamaba madreselva. Pero él me corrigió:
Era la bignonia venusta; a la fucsia, confundí
con la santa rita: sin duda otro error:
esta última es una buganvilla. Yo no sé o
yo sé muy poco de este asunto de las plantas:
la palabra achira, una que él conoce y yo apenas
si recuerdo, de otra vida, una vida anterior,
cuando una mujer de campo cortó una para darme
con un pan fragante recién hecho allá atrás
en un horno de barro. Sauce Viejo era el lugar,
mil años atrás y sin embargo ya entonces
él y yo sin conocernos estábamos cerca.
Cuántas veces se cruza uno con el que dice
ser el amor que distinguirá entre millones
y no distingue. Cuántas veces esta pregunta
fue materia de poesía.
Seguramente pronuncié las gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario