PERROS

Bruno Szister

Tomás, que trajimos de Junín y acompañaba a papá, cuando pasaba horas mirando al vacío.
Los perros de las vacaciones, que van de familia en familia.
Laika, que mandaron al espacio y todavía está en órbita.
El perro del portero. Cuando se le  murió, se encerró en el sótano. Los gritos se escuchaban desde la puerta de calle. Al otro día lo enterró en el parque y consiguió otro idéntico. Le puso Negro, como al anterior.
Capitán, el perro del club que decían que era una maquina de matar perros y gatos. Una vez lo vi. Dormía al sol, con los ojos cerrados.
Los perros sin dueño que aparecen cuando uno camina por el campo, y desaparecen cuando uno llega a destino.
Los que viajan en auto sacando la cabeza por la ventanilla, enfrentando al viento.
El perro marrón tirado en una calle de Arequipa. La gente pasaba por el costado, o lo saltaban. Una chola lo cubrió con hojas de diario.
El perro que atropelló Carver.
Rafita, de cachorro saltando para abrir la puerta, y después con el hocico lleno de canas.