domingo, 31 de agosto de 2014

VOY BUSCANDO

Charly Gradin

Marinero, busco el mar
desde el aire y no lo veo…
Mi destino voy buscando
cabalgando en mi rocín,
manejando, manejando
como un colectivero,
manejando con su mente
de asesino, con su mente de demente,
manejando, llevo risas
y alegrías y cuando de noche,
á solas, doy fe, de verdad sediento
en mar de brillantes olas
navega mi pensamiento, en el piélago
profundo voy buscando,
manejando como un colectivero
entre destellos de un sol fecundo,
albores en la sierra adusta,
ansioso, y la peña
en que estrellarme
con loco frenesí,
como un colectivero
el tedio abandonando,
tras una esperanza
sin fin.
Soy de Torrevieja,
entre las estrellas voy
buscando una ilusión
en la sombra y la noche,
entre el cielo y el mar,
por toda la ciudad, pateando basura
buscando la felicidad,
rumbo a Mc Allen
simplemente voy,
a cruzar la frontera
porque allá tengo trabajo
por eso sigo cruzando,
buscando pan pa’
mis hijos, vengo
y voy siempre
buscando
libertad, un lugar
perdido en el mar,
un oasis, un amor,
el palacio del «Rey que dormirá,
y no despertará hasta la mañanita
del Señor San Juan. “-Hija mía,
no sé donde está”.
Marinero, voy buscando
todo aquello que ahora habita
bajo el mar. Sé
que encima está el cielo
y son días inciertos, y recuerdo
la primera parodia musical
de la canción de Leo Dan, “Sé que te amaré”.
(“Soy un muchacho firme,/ nadie me juna,
y voy buscando bollos/ por no morguear.
Si algún tira me chapa/ yo me barajo,
me le hago el plato,/ no me deschapo”, etc.)
Y por las tardes hay algo
que en los labios me besa, es
el eterno fuego de los versos
y con ellos voy clamando,
pues mi sangre, Valiente Argolán,
en el callejón he de vengar.
No voy buscando perdones,
voy buscando un rincón de soledad
y amparo, como me pierdo en el corazón
de algunos niños, y me he perdido
muchas veces por el mar.
Entre esa melancólica e ingrata
exhibición de andrajos
y desechos, voy
buscando viejas voces,
el olvido y una prenda
tan resobada como las restantes
y que no puede faltar.
Me refiero á la antigua
guasa bohemia de no tener
más que un frac para tres…
un lavadero, para lavarle
la ropa a este pobre
majadero, voy buscando, a Consuelo,
a Lupita, los sueños de madrugá,
algún sendero, las palabras,
el agua viva, los pedazos
de un pasado, un amor que no existió.
Me voy, Marinero,
buscando el mar
y una ola inmensa donde pueda
olvidar. El mañana
es una forma vaga,
vestida de tristeza, y
no voy buscando nada. Con cachaza
por los senderos huyo de los
pasteleros y al fin me encuentro la plaza
plagada de turroneros. (Mil voces
en confusion me horripilan al instante.
— ¡Turrón! ¡Quién quiere turrón!
¡Al buen turrón de Alicante, de Gijona y Gijón!)
No voy buscando nada
en particular.
No voy buscando cibersexo.
Voy buscando el mar, Marinero,
para poder nadar.

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